Miro a la pared.
Es una lluviosa tarde otoñal.
Afuera, la furia celestial golpea insistentemente las aceras,
los carros navegan entre inundadas calles,
la gente lucha contra un invencible miedo al agua
y los vendedores de paraguas aparecen por montones,
intrépidos, solitarios, imprevistos, desvergonzados.
Los triciclos ayudan a la gente a cruzar las calles,
de vez en cuando se observa algún gato a la deriva sobre un tronco,
las casas miran con sus ventanosos ojos al agua acercándose
y las estufas hornean esa lluvia de sopaipillas
que caen en las cocinas como un velo hambriento.
Afuera, el mundo sigue girando,
y yo, yo sólo miro a la pared.
Volver al lluvioso Índice
bonita representación de nuestra realidad chilena, como las sopaipillas, los triciclos y los vendedores de paraguas.
ResponderEliminarnice poem, I like it <3