domingo, 12 de enero de 2014

Escribir es como hacerle el amor a una mujer

Este es un mundo habitado sólo por nosotros.
Tú, teclado, no tienes rostro,
pero puedo sentirte, acariciarte,
darte un beso con mi arte
al dejar que mis manos, libres,
recorran todos tus confines.

Este es un mundo de escapes,
de engaños, de libres cantares.
En nuestra unión tan estrecha
te conviertes en una estrella,
alumbrando mis problemas,
silenciado mis quejas.

Este es un mundo de escritores
y poetas de bastidores,
frustrados galanes
que se creen buenos amantes
por tener buenas manos
al hacerle el amor al teclado.

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